Por: Lic. Karen L. Ayala, gerente del Proyecto de Educación Especial de Servicios Legales de Puerto Rico
Si tiene un joven en escuela secundaria, como padre, madre o encargado es bastante probable que se pregunte: “¿Qué sucederá luego de la graduación?”. Esta es una pregunta que puede ser estresante para cualquier persona, pero para un estudiante de un programa de educación especial puede ser aún más complicado. Y surgen dudas y preguntas de cómo hacer esa transición de la escuela a otra alternativa o etapa que puede incluir educación postsecundaria, adiestramiento vocacional, empleo, educación de adultos, vida independiente y experiencias en la comunidad.
Los servicios de transición para estudiantes de educación especial son servicios que los ayudan a pasar de la escuela a la vida adulta, y deben estar basados en las preferencias, fortalezas e intereses del estudiante. Esta transición debe comenzar antes de que el menor cumpla 16 años para facilitar ese cambio de educación especial a otras actividades postescolares.
Este proceso es ordenado por la Ley IDEA, ley federal que guía cómo los estados, las agencias educacionales y las escuelas públicas ofrecen educación especial y servicios relacionados a los niños con diversidad funcional que son elegibles. Esta Ley requiere que al menos un año antes de que el joven alcance la “mayoría de edad” y se convierta legalmente en adulto, la escuela lo oriente sobre sus responsabilidades futuras, junto con los padres y encargados. En un momento del proceso todo se coordinará directamente con el estudiante ya que se entiende que cuando el estudiante llega a su mayoría de edad – 21 años en Puerto Rico – asumirá el control legal sobre su ubicación educativa, registros educativos, elegibilidad, evaluaciones, entre otros procesos.
Este proceso de transición es uno individualizado y se trabaja desde el Programa de Educación Especial adscrito al Departamento de Educación. El mismo va a estar fundamentado en las fortalezas, preferencias e intereses del joven y su visión de vida luego de completar la escuela superior. También considera oportunidades y adaptaciones para desarrollar habilidades funcionales para el trabajo y la vida en comunidad. Para esto el estudiante debe tener un equipo de transición compuesto por su Comité de Programación y Ubicación (COMPU) y representantes de agencias como Rehabilitación Vocacional, Departamento de la Familia, entre otras.
En Puerto Rico la etapa de transición de la etapa escolar a la adulta inicia con la exploración ocupacional entre los 12 y 13 años. Actualmente está dividido en cuatro fases desde los 12 a 18 años, o 22 años para aquellos estudiantes que su meta es la preparación para la vida adulta.
Cada actividad que conduzca a la transición debe estar detallada en un documento que se conoce como Programa Educativo Individualizado (PEI), incluyendo los recursos responsables de esa actividad y el periodo de tiempo para el comienzo y terminación de esas experiencias.
Existe otro documento conocido como Resumen de Desempeño (en inglés Summary of Performance, SOP por sus siglas) que la escuela debe proporcionar antes de que el estudiante se gradúe de la escuela secundaria o cumpla 22 años que resume los niveles de rendimiento académico y funcional y las necesidades de transición en el momento en que el estudiante completa la escuela. Este documento debe incluir recomendaciones sobre cómo ayudar al estudiante a alcanzar sus metas posteriores a la secundaria, recomendaciones para la búsqueda de empleo, servicios para su vida independiente o participación en la comunidad.
Son muchos los derechos que cobijan a las familias y estudiantes con relación a la educación especial, si una persona identifica que no se ha iniciado el proceso de transición adecuadamente, debe asesorarse para que se cumpla con esta etapa tan importante. El Proyecto de Educación Especial de Servicios Legales de Puerto Rico ofrece servicios de asesoramiento y representación legal gratuita a personas elegibles, puede orientarse llamando al 1-800-981-2626.